PALABRAS
DEL ALMA N.75: EL DESEMBARCO DE NORMANDIA, EL PRINCIPIO DEL FIN DE LA SEGUNDA
GUERRA MUNDIAL.
La Operación Overlord o
Desembarco de Normandía.
La
batalla de Normandía, llamada en clave Operación
Overlord, fue la operación militar efectuada por los Aliados durante la
Segunda Guerra Mundial que culminó con la liberación de los territorios de
Europa occidental ocupados por la Alemania de Hitler. La operación dio comienzo
el 6 de junio de 1944, más conocido como El
Día D, con el desembarco de Normandía; el conjunto de las operaciones
navales recibió el nombre clave de Operación
Neptuno. Un asalto aerotransportado llevado a cabo por 1.200 aeronaves
precedió al desembarco anfibio, que involucró a 5.000 barcos. Ese día, 160.000
soldados cruzaron el canal de la Mancha desde Inglaterra a Francia y hacia
finales de agosto las tropas aliadas en suelo francés eran más de 3 millones.
La
decisión de emprender una invasión a través del Canal de la Mancha ese año, se tomó en la Conferencia TRIDENT de Washington D.C., en mayo de 1943, donde el General
estadounidense Dwight D. Eisenhower
fue nombrado Comandante del Cuartel General Supremo de la Fuerza Expedicionaria
Aliada (SHAEF) y el General británico Bernard Montgomery Comandante del 21.er Grupo de Ejércitos,
que aglutinaba todas las fuerzas terrestres que tomarían parte en la invasión.
El lugar elegido fue la costa de la región francesa de Normandía, donde se
seleccionaron cinco playas a las que se dieron nombres en clave: Utah y Omaha, que serían atacadas por los
estadounidenses, Sword y Gold,
objetivo de los británicos, y la playa Juno,
lugar de desembarco de los canadienses.
Los puertos franceses estaban
fuertemente defendidos por tropas alemanas, lo que motivó la creación de dos
muelles artificiales, denominados Muelles
Mulberry, y para superar las dificultades que se esperaban en las playas se
emplearon carros de combate especialmente modificados. En los meses previos a
la operación, los Aliados llevaron a cabo una elaborada maniobra de distracción
militar, la Operación Bodyguard,
usando desinformación tanto electrónica como visual. Con ello consiguieron
evitar que los alemanes supieran la fecha y localización de los desembarcos. Adolf Hitler había encargado al
reputado mariscal de campo Erwin Rommel
la supervisión y mejora de una cadena de fortificaciones costeras conocida como
el Muro Atlántico, en previsión del
ataque enemigo.
Los
aliados no fueron capaces de alcanzar los objetivos planeados para el primer
día, pero sí aseguraron una precaria cabeza de playa que expandieron con
tenacidad en los días siguientes, con la captura del Puerto de Cherburgo el 26
de junio y de la ciudad de Caen el 21 de julio. Los alemanes intentaron un
fallido contraataque el 8 de agosto que dejó a 50.000 soldados del 7º Ejército de la Wehrmacht atrapados
en la denominada Bolsa de Falaise.
El 15 de agosto los Aliados lanzaron una invasión del sur de Francia, la Operación Dragoon, y el 25 de agosto se
produjo la Liberación de París. Las
fuerzas alemanas se retiraron por el valle del río Sena el 30 de agosto, lo que
marcó el final de la Operación Overlord.
Antecedentes Históricos del
Desembarco de Normandía
Desarrollemos
entonces el Tema de hoy…luego de este concepto inicial de lo que fue la
Operación Overlord, debemos introducirnos en el corazón de este suceso
histórico que definió el horizonte de la Segunda Guerra Mundial. Para ello,
deberemos analizar tópicos variados y hallazgos que nos permitan adquirir un
conocimiento acabado de este momento de la historia del hombre.
Preparativos para el Día D.
En
junio de 1940 finalizó la Batalla de
Francia, considerada por Adolf Hitler como “La victoria más famosa de la
Historia”. La Fuerza Expedicionaria Británica, de carácter defensivo, quedó
atrapada a lo largo de la costa norte francesa por el empuje alemán, pero fue
capaz de retirar a 338.000 soldados a Inglaterra entre el 27 de mayo y el 4 de
junio, en el episodio histórico llamado La
Evacuación de Dunquerque. Los militares británicos informaron el 4 de
octubre a su primer ministro Winston
Churchill, de que incluso con la ayuda de otros países de la Commonwealth y de los Estados Unidos, no sería posible
liberar Europa continental en un futuro cercano. Después de que los nazis
iniciaran la invasión de la Unión Soviética en junio de 1941, Stalin comenzó a presionar a los
Aliados para que abrieran un segundo frente en Europa Occidental. Churchill lo
descartó porque, incluso con apoyo estadounidense, sentía que los británicos no
contaban con fuerzas suficientes para una ofensiva de ese tamaño y, además,
quería evitar asaltos frontales como los que habían tenido lugar de manera
desastrosa en las batallas de Passchendaele
y Del Somme en la Primera Guerra
Mundial.
En 1942 y 1943 se expusieron dos planes tentativos, las operaciones Roundup y Sledgehammer, pero los británicos no consideraron nuevamente que
ninguna fuera práctica o tuviera verdaderas opciones de éxito, en cambio los
Aliados emprendieron la invasión del Norte de África francés en 1942, La
conquista de Sicilia en el mes de julio y del resto de Italia en septiembre de
1943. Estas operaciones dieron a las tropas Aliadas una valiosa experiencia en
guerra anfibia que luego sería de gran experiencia y aporte en el Día D.
Los
comandantes del Cuartel General Supremo de la Fuerza Expedicionaria Aliada, eran:
el Mariscal del Aire Arthur Tedder,
el General Dwight D. Eisenhower y el
General Bernard Montgomery; el Teniente
General Omar N. Bradley, el Almirante
Bertram Ramsay, el Mariscal del Aire
Trafford Leigh-Mallory y el Teniente
General Walter Bedell Smith, que constituyeron
este Comando Supremo Aliado.
La
decisión de emprender una invasión a través del Canal de la Mancha se tomó en
mayo de 1943 como dijimos antes en la conocida Conferencia TRIDENT, que tuvo
lugar en Washington D.C., respecto de ella, Churchill prefería que el empuje
aliado se concentrara desde el Mediterráneo, pero la propuesta fue rechazada
por los estadounidenses, que eran los que proporcionaban la mayor parte de las
tropas y el material bélico. El teniente general británico Frederick E. Morgan fue nombrado Jefe del Estado Mayor y Comandante
Supremo Aliado (COSSAC), para trazar un plan detallado. Las ideas iniciales se
vieron limitadas por el escaso número de lanchas de desembarco disponibles, la
mayoría de las cuales estaban usándose en los teatros de guerra del
Mediterráneo y el Pacífico. Las lecciones aprendidas en la Batalla de Dieppe del 19 de agosto de 1942 disuadieron a los
Aliados de intentar un asalto directo a los fuertemente defendidos puertos
franceses. El fracaso en Dieppe también evidenció la necesidad de contar con
una artillería adecuada, apoyo aéreo cercano y barcos especializados capaces de
navegar más cerca de la costa. Los cazas británicos como el Spitfire y el Typhoon,
tenían poca autonomía de vuelo, lo que limitaba mucho las localizaciones
potenciales para el desembarco, puesto que un apoyo aéreo eficaz dependía del
tiempo que los aviones pudiesen permanecer en el aire, sobrevolando los lugares
de combate. Fue así que el Comandante
Supremo Aliado F. Morgan consideró cuatro emplazamientos en Francia para el
desembarco: Bretaña, la península de Cotentin, Normandía y Paso de Calais.
Puesto que Bretaña y Cotentin son penínsulas, a los alemanes les hubiera
resultado relativamente fácil dificultar el avance aliado en la estrechez de
sus istmos, por lo que ambos fueron descartados. Calais es el punto de la
Europa continental más cercano a Gran Bretaña y la ubicación desde la que los
alemanes lanzaban sus cohetes V1 hacia Inglaterra, de hecho el alto mando
alemán ordenó fortificar a conciencia la zona, que consideraba el lugar de
desembarco más probable. A pesar de su proximidad a la costa inglesa, la región
ofrecía pocas probabilidades de éxito para una invasión anfibia por la
abundancia de ríos y canales, mientras que la costa de Normandía permitía
amenazar de manera simultánea el Puerto
de Cherburgo y otros más occidentales, en Bretaña, facilitando así el
avance terrestre hacia París y finalmente hacia la propia Alemania.
Como
consecuencia, fue Normandía el sitio elegido para el desembarco final. El
inconveniente más grave de esta costa, era la ausencia de instalaciones
portuarias, lo que debía superarse con la construcción de novedosos puertos
artificiales.
El
Estado Mayor del COSSAC planeó empezar la invasión el 1 de mayo de 1944. El
borrador inicial del plan fue aceptado en la Conferencia de Quebec en agosto de 1943. El 31 de diciembre de
1943, Eisenhower y Montgomery vieron por vez primera el plan del COSSAC, que
proponía desembarcos anfibios de tres divisiones y el lanzamiento en paracaídas
de otras tres para permitir operaciones en un frente más amplio y acelerar la
captura del vital puerto de Cherburgo. La necesidad de adquirir o construir un
gran número de lanchas de desembarco para una operación de este calibre obligó
a retrasar su realización hasta el mes de junio. Finalmente, fueron treinta y
nueve las divisiones aliadas que participaron en la Batalla de Normandía:
veintidós estadounidenses, doce británicas, tres canadienses, una polaca y una
francesa, que sumaban un millón de soldados, todos bajo mando británico.
Plan de invasión de los
Aliados.
La Operación Overlord, tenía como su primera fase,
el desembarco anfibio y la creación de una cabeza de playa segura, llamada en
clave Operación Neptuno. Con el objetivo de alcanzar la superioridad aérea
necesaria para asegurar el éxito en la invasión, los aliados lanzaron una
campaña de bombardeos bajo el nombre en código de Operación Pointblank que pretendía destruir la producción alemana
de aeronaves, el suministro de combustible y sus aeródromos. Así, las
infraestructuras de comunicación, las carreteras y las vías férreas fueron
bombardeadas para aislar el norte de Francia y dificultar el envío de refuerzos
a los alemanes. Estos ataques fueron bastante dispersos para no dar pistas
sobre la localización de los desembarcos. De igual forma, se planearon
maniobras de distracción para evitar que los nazis averiguaran el lugar y la
fecha de la ofensiva aliada.
La costa de Normandía se dividió en diecisiete
sectores que recibieron nombres en clave usando un alfabeto por palabras: desde
Able, al oeste de la playa Omaha, hasta Roger, en el flanco este de la playa
Sword. Cuando el plan de invasión pasó a incluir la península de Cotentin y la
playa Utah, se añadieron otros ocho sectores. Antes del desembarco en las playas de Normandía,
varias divisiones de paracaidistas serían lanzadas al norte de Carentan, en el
flanco occidental, y cerca de Caen, en el flanco oriental de la zona de
actuación, para asegurar los puentes sobre el río Orne. El objetivo inicial era
tomar Caen, Carentan, Isigny y Bayeux. Los estadounidenses, a los que
se había asignado las playas Utah y Omaha, tenían como misión aislar la
península de Cotentin y capturar las instalaciones portuarias de Cherburgo. Los
británicos, en las playas Sword y Gold, y los canadienses, en la playa Juno,
debían intentar la captura de Caen, establecer aeródromos en sus cercanías y
crear un frente de batalla en Caumont-l'Éventé,
al sureste de Caen, para proteger el flanco estadounidense. La toma de Caen y
sus alrededores otorgaría a británicos y canadienses una zona estable desde la
que lanzar su ofensiva contra Falaise.
Durante las tres primeras semanas, crearían una zona segura e intentarían
controlar todo el territorio conquistado al norte de la línea
Avranches-Falaise, para permitir a los ejércitos aliados virar a la izquierda y
avanzar hacia el río Sena. Montgomery estimaba que los combates se prolongarían
durante tres meses y que la operación finalizaría cuando todas las fuerzas
llegaran al Sena.
La flota de invasión, mandada por el Almirante Sir
Bertram Ramsay, se dividió en la Fuerza Naval Occidental y la Oriental. La
primera, bajo el mando del almirante Alan G. Kirk, apoyaría los sectores
estadounidenses y la segunda, dirigida por Sir Philip Vian, a los
anglocanadienses. Las fuerzas estadounidenses del Primer Ejército, dirigidas
por el Teniente General Omar Bradley, comprendían los cuerpos V (playa Omaha) y
VII (playa Utah). En el lado británico, el Teniente General Miles Dempsey
encabezaba el Segundo Ejército, que abarcaba los cuerpos XXX (playa Gold) y I
(playas Juno y Sword). Todas las fuerzas terrestres estaban bajo el mando
supremo de Montgomery y las fuerzas aéreas se asignaron al Mariscal del Aire
Trafford Leigh-Mallory. El Primer Ejército Canadiense contaba también con
personal y unidades polacas, belgas y neerlandesas. Otras naciones aliadas
también participaron en la operación.
RECONOCIMIENTOS Y TECNOLOGÍA UTLIZADA.
La Fuerza Aérea Expedicionaria Aliada realizó 3.200 vuelos de
reconocimiento fotográfico desde abril de 1944 hasta el comienzo de la
invasión. Se tomaron fotografías de la costa a muy baja altitud para
cartografiar el terreno, los obstáculos en las playas y las estructuras
defensivas como búnkeres y nidos de ametralladoras. Para evitar dar pistas a
los alemanes sobre el lugar del desembarco, los vuelos se prolongaron por toda
la costa atlántica europea. También se tomaron imágenes aéreas tierra adentro,
de puentes, ubicaciones de unidades militares y edificios, en muchos casos
desde distintos ángulos para obtener toda la información posible. Los miembros
del Cuartel General de Operaciones Combinadas prepararon clandestinamente mapas
detallados de las instalaciones portuarias, utilizando incluso sondeos de profundidad.
En respuesta a una petición de envío de fotografías vacacionales y postales de
Europa anunciada en la BBC, los militares aliados recibieron diez millones de
imágenes, algunas de las cuales resultaron muy útiles para obtener información
del terreno. La información recolectada por la resistencia francesa ayudó a
obtener detalles sobre los movimientos de tropas y sobre las técnicas de
construcción empleadas por los alemanes en sus búnkeres y otras instalaciones
defensivas.
Los alemanes usaban la máquina de mensajes Enigma y otros dispositivos de cifrado para codificar muchos
mensajes de radio, cuyos códigos cambiaban con frecuencia. Un equipo de
descodificadores aliados instalados en Bletchley Park, Inglaterra, era
responsable de descifrar cada nuevo código alemán tan pronto como fuera posible
para así ofrecer información actualizada sobre los planes nazis. La información
así obtenida se denominaba inteligencia
Ultra, pues solo se podía revelar a los comandantes supremos. El Código Enigma usado por el Mariscal de Campo Gerd Von Rundstedt,
comandante supremo del Comando del Ejército Oeste alemán y, por tanto, militar
a cargo de todo el frente occidental, fue descifrado a finales de marzo de
1944. Los códigos cambiaron justo después del desembarco del 6 de junio, pero
el día 17 del mismo mes los Aliados fueron capaces de interpretar una vez más
las señales interceptadas.
Respecto de la tecnología utilizada y basándose en las lecciones
aprendidas en la desastrosa batalla de Dieppe, los Aliados desarrollaron nuevas
tecnologías que aseguraran el éxito de la Operación Overlord. Para complementar
el bombardeo costero previo al desembarco y los asaltos aéreos, algunas de las
lanchas de desembarco se equiparon con artillería y cañones antitanque con los
que ofrecer fuego de apoyo cercano. Los Aliados habían decidido no atacar
inmediatamente ninguno de los fuertemente defendidos puertos franceses, por lo
que se diseñaron dos puertos artificiales, llamados Mulberry, compuestos por diques de hormigón que se trajeron flotando
desde Inglaterra y se encallaron frente a las costas francesas, y varios
muelles flotantes que llegaban hasta la playa. Los Puertos Mulberry se complementaron con varios barcos de bloqueo que
debían ofrecer protección frente a la artillería enemiga. Para solventar la
dificultad del suministro de combustible en el continente, los Aliados pusieron
en marcha la Operación PLUTO, que
consistía en la creación de un oleoducto submarino compuesto por tuberías
específicas de 7,6 cm de diámetro que tendrían que colocarse desde la Isla de
Wight hasta Cherburgo en los dieciocho días posteriores al Día D. Problemas
técnicos y el retraso en la toma de la ciudad francesa determinaron que este
conducto no estuviera listo hasta el 22 de septiembre. A finales de octubre se
tendió una segunda tubería desde Dungeness a Boulogne.
Para afrontar las especiales condiciones de la campaña de Normandía, se
desarrollaron una serie de carros de
combate llamados Hobart's Funnies,
bajo la supervisión del general Percy Hobart. Eran Tanques M4 Sherman y Churchill a los que se habían añadido
antiminas, lanzallamas o útiles especiales que permitiesen tender puentes o
rampas que ayudaran a salvar los acantilados. En algunas zonas, la arena de la
playa era tan blanda que impediría el cruce de un carro de combate, por lo que
se creó un vehículo especial capaz de colocar una alfombra de estera sobre la
que podrían cruzar otros tanques convencionales. Los vehículos acorazados de
los ingenieros reales británicos se modificaron para cumplir diversas
funciones, como tender puentes y disparar cargas explosivas a gran distancia
contra fortines enemigos. Los tanques de doble dirección, otro invento del
grupo del general Hobart, eran carros de combate anfibios autopropulsados que
flotaban gracias a una lona estanca inflada con aire comprimido. Sin embargo,
estos vehículos demostraron hundirse con demasiada facilidad antes de llegar a
la costa y muchos se perdieron durante las operaciones del Día D, especialmente
en la playa Omaha.
George
Patton en la Segunda Guerra Mundial y en el Desembarco de Normandía.
Antes de seguir en este Tema de hoy, y por la inmensa admiración que
tengo por un héroe militar norteamericano de la Segunda Guerra Mundial como fue
el glorioso Comandante General George S.
Patton, me daré una libertad de escribir un paréntesis de su gran figura y
admirable valentía en los campos de batallas, para luego proseguir con el
objeto de la entrada.
Tras el ejército alemán en la invasión de Polonia y el estallido de la
Segunda Guerra Mundial en Europa en septiembre de 1939, el ejército de Estados
Unidos entró en un período de movilización, y fue Patton quien buscó consolidar
el poder de las fuerzas blindadas de Estados Unidos. Durante las maniobras que
el Tercer Ejército llevó a cabo en 1940, sirvió como Comandante de la 2ª División Blindada. La división era una de pocas
organizadas como una formación pesada con muchos tanques, y él estaba a cargo
de su entrenamiento. Fue promovido a general de brigada el 2 de octubre,
finalmente fue promovido a Comandante General (CG) de la 2ª División Blindada,
convirtiéndose en la figura más prominente en la doctrina de la armada de los
EEUU. En diciembre de 1940, realizó un ejercicio de masas de alto perfil en el
que 1.000 tanques y vehículos fueron conducidos desde Columbus, Georgia, hasta
la ciudad de Panamá, Florida.
Bajo el teniente general Dwight D. Eisenhower, el comandante supremo
aliado, Patton fue asignado para ayudar a planificar el Allied invasión de
África del Norte francesa como parte de la Operación
Torch en el verano de 1942. Ordenó a la Fuerza de Tarea Occidental,
compuesta por 33.000 hombres en 100 buques, en aterrizajes centrados en
Casablanca, Marruecos. Los aterrizajes, que tuvieron lugar el 8 de noviembre de
1942, se enfrentaron a las fuerzas francesas de Vichy, pero los hombres de
Patton rápidamente ganaron una cabeza de playa y empujaron a través de una
resistencia feroz. Casablanca cayó el 11 de noviembre y Patton negoció un
armisticio con el general francés Charles Noguès. El sultán de Marruecos queda
tan impresionado que le entrega la Orden
de Ouissam Alauita, con la cita "Les Lions dans leurs tanières
tremblent en le voyant approcher " (Los leones en sus
madrigueras tiemblan ante su proximidad). Patton supervisó la conversión de
Casablanca en un puerto militar y fue sede de la Conferencia de Casablanca en
enero de 1943.
El 6 de marzo de 1943, después de la derrota del II Cuerpo de los
Estados Unidos por el los alemanes del Afrika
Korps, comandado por el General Feldmarschall
Erwin Rommel, en la Batalla del Paso
de Kasserine , Patton se establece como Comandante General del II Cuerpo y
ascendido a Teniente General. Poco después, hizo que el general de división Omar Bradley fuera reasignado a su
cuerpo como su comandante adjunto. Con órdenes de llevar a cabo la acción de la
maltrecha y desmoralizada formación en 10 días, introdujo inmediatamente
cambios radicales, ordenando a todos los soldados que llevaran uniformes
limpios, prensados y completos, estableciendo horarios rigurosos y
exigiendo estricta adhesión al protocolo militar. Continuamente se movió a lo
largo del comando hablando con hombres, tratando de darles forma a soldados
efectivos. Él los empujó con fuerza, y trató de recompensarlos bien por sus
logros. Su estilo de liderazgo inflexible, valiente y justo se evidenció en sus
órdenes en un ataque contra una posición Colina
de Gafsa donde informó al terminar; "espero
ver este tipo de bajas entre los oficiales, en particular los oficiales de
estado mayor, para convencer a los soldados de primera línea que este es un
esfuerzo serio de capturar este objetivo bélico esencial”.
El liderazgo de Patton tuvo su resultado, y el 17 de marzo 1943, la
Primera División de Infantería de Estados Unidos tomó a la ciudad Gafsa,
ganando la Batalla de El Guettar, y
empujando a retroceder dos veces a una fuerza blindada compuesta por alemanes e
italianos. Mientras tanto, el 5 de abril, el general de división Orlando Ward,
comandante de la 1ª División Blindada, se retiró después de su actuación
mediocre en Maknassy contra las fuerzas numéricamente inferiores alemanas
avanzando en Gabès.
El Cuerpo de Patton presionó la Línea Mareth, informando al general
británico Sir Harold Alexander,
comandante del 18vo Grupo del Ejército, entrando en conflicto con el Mariscal de aire Sir Arthur Coningham
sobre si la falta de apoyo aéreo cercano que se proporcionaba a sus tropas
generaba retrasos que costaban vidas de soldados en el frente. Cuando Coningham
despachó a tres oficiales al cuartel general de Patton para persuadirle de que
los británicos estaban proporcionando un amplio apoyo aéreo, ellos fueron
atacados por un bombardeo alemán y una parte del techo de la oficina de Patton
se derrumbó a su alrededor. Hablando más tarde de los pilotos alemanes que lo habían
golpeado, Patton comentó, "si
pudiera encontrar a esos hijos de perras que volaban esos aviones, enviaría a
cada uno…una medalla". En el momento de su fuerza llegó a Gabes, los
alemanes habían abandonado. Luego renunció al mando del II Cuerpo a Bradley
regresando al 1er. Cuerpo Armado en Casablanca para ayudar a planear la
Operación Husky, en la invasión aliada a Sicilia. Temiendo que sus tropas estadounidenses
fueran marginadas de la batalla, convenció a los comandantes británicos para
que pudieran continuar luchando hasta el final de la Campaña de Túnez antes de atacar este nuevo objetivo y de esta
forma dar ventaja a sus tropas para avanzar hacia las líneas enemigas.
Patton cerca de Brolo, Sicilia, en 1943
Inicialmente ordenado para proteger el flanco izquierdo de las fuerzas
británicas, a Patton le fue concedido el permiso de tomar Palermo después de
que las fuerzas de Montgomery se atascaron en el camino a Messina. Retrasándose
por falta de embarcaciones de desembarco, y sus tropas no aterrizaron en Santo
Stefano hasta el 8 de agosto, momento en el que los alemanes y los italianos ya
habían evacuado la mayor parte de sus tropas a la Italia continental. Al final
de la batalla, el ejército norteamericano de 200.000 hombres había sufrido
7.500 bajas, y muerto o capturado a 113.000 tropas del Eje, destruyendo 3.500
vehículos. Sin embargo, 40.000 soldados alemanes y 70.000 italianos lograron
escapar a Italia con 10.000 vehículos. La conducta de Patton en esta campaña se
encontró con varias controversias, como decir que “mensajes” de los altos
mandos enviados para retrasar el avance
de sus tropas, supuestamente se habían “extraviado”. El 22 de julio disparó y
mató a un par de mulas que se habían detenido mientras tiraban de un carro a
través de un puente, este carro estaba bloqueando el camino de una columna
blindada estadounidense que estaba bajo ataque de aviones alemanes. Cuando su
dueño siciliano protestó, Patton lo atacó con un bastón y empujó a las dos
mulas del puente. Cuando se le informó de la masacre de prisioneros italianos en
Biscari por las tropas bajo su mando, Patton escribió en su diario: "Le dije a Bradley que
probablemente era una exageración, pero en todo caso le dije al oficial que
certificara que los muertos eran francotiradores o habían intentado escapar o
algo, hacer un escándalo en la prensa o también enloquecer a los civiles son
mis peores defectos, de todos modos, están muertos, por lo que no se puede
hacer nada al respecto". Bradley rechazó las sugerencias de Patton
y más tarde éste cambió de opinión. Después de enterarse el Inspector General
de la División 45 investigó no encontrando "ninguna
provocación por parte de los prisioneros...habían sido asesinados".
Incidente con los soldados heridos que eran evacuados
del frente de batalla.
Dos incidentes de alto perfil con subordinados durante la Campaña de
Sicilia atrajo la controversia nacional. El 3 de agosto de 1943, abofeteó y agredió
verbalmente al soldado Charles H. Kuhl en un hospital de evacuación de Nicosia,
después de que se le encontró que sufría de "fatiga de batalla". El
10 de agosto, golpeó al soldado Paul G. Bennett bajo circunstancias similares,
solicitando a ambos soldados de nuevo a las líneas de frente, Patton
odiaba más que a su enemigo, la cobardía de sus soldados y emitiendo
las órdenes a sus comandantes para disciplinar a cualquier soldado con quejas
similares.
La noticia del incidente llegó a Eisenhower, quien privadamente
reprendió a Patton e insistió en que se disculpara, lo cual hizo con ambos
soldados individualmente, así como con los médicos que presenciaron los
incidentes y más tarde con todos los soldados bajo su mando en varios
discursos. Eisenhower suprimió el incidente en los medios de comunicación, pero
en noviembre el periodista Drew Pearson
lo reveló en su programa de radio. La crítica a Patton en los Estados Unidos se
agrandó y se fue poniendo mucho más grave, incluyendo a los miembros del
Congreso y ex generales. Las opiniones del público en general se mantuvieron
mixtas al respecto y finalmente el Secretario de Guerra Henry L. Stimson
declaró que Patton debe ser bloqueado como comandante debido a la gravedad de su
"liderazgo agresivo”. No comandó una fuerza en combate durante 11 meses…en
esos momentos se nombró a un general de menor rango a comandar al Primer
Ejército de los Estados Unidos que se formara en Inglaterra para prepararse
para la Operación Overlord. Esta decisión se había tomado antes de que los
incidentes de bofetadas se hicieran públicos, pero Patton los culpó por su
negación del comando. Eisenhower sintió que la invasión de Europa era demasiado
importante como para correr el riesgo de cualquier incertidumbre, y que los
incidentes como aquéllos habían sido un ejemplo de la incapacidad de Patton
para ejercer la disciplina y el autocontrol. Mientras Eisenhower y Marshall
consideraban a Patton como un comandante de combate experto, a la vez sentían
que Bradley era menos impulsivo o propenso a cometer errores. El 26 de enero de
1944 Patton recibió oficialmente el mando del Tercer Ejército de los Estados
Unidos en Inglaterra, una unidad recién llegada, y fue asignado para preparar a
sus soldados inexpertos para el combate en Europa. Este deber lo mantuvo
ocupado a principios de 1944.
El alto mando alemán tenía más respeto por Patton que por cualquier otro
comandante aliado y lo consideraba punto central en cualquier plan para invadir
Europa desde el lado de los Aliados. Debido a esto, Patton se hizo una figura
prominente en la operación de engaño llamada Operación Fortaleza, que al principios de 1944 y a través de los
británicos como agentes dobles, los aliados alimentaron a la inteligencia
alemana con un flujo constante de informes falsos sobre avistamientos de
tropas, donde nuestro héroe había sido nombrado Comandante del Primer Grupo de Ejércitos de los Estados Unidos (FUSAG),
todo diseñado para convencer a los alemanes de que estaba preparando este mando
masivo para una invasión en Pas de
Calais. FUSAG era en realidad un complejo "fantasma" de ejército
de señuelos, aderezos y falsas señales de tráfico en torno a Dover para engañar
a los aviones alemanes y hacer que los líderes del Eje creyeran que una gran
fuerza se estaba acumulando allí con el fin de enmascarar la ubicación real de
la invasión en Normandía. A Patton se le ordenó mantener un perfil bajo para
engañar a los alemanes para que pensaran que estaba en Dover a principios de
1944, cuando en realidad estaba entrenando al tercer ejército. Como resultado
de la Operación Fortaleza, el 15to. Ejército Alemán permaneció en Pas de Calais
para defenderse contra el supuesto ataque de Patton.
Navegando a Normandía lo largo del mes de julio, el Tercer Ejército de
Patton formado en la extrema derecha (oeste) de las fuerzas terrestres aliadas,
entró en funcionamiento en el mediodía del 1 de agosto de 1944 atacando
simultáneamente hacia el oeste en Bretaña, sur-este hacia el Sena y el norte,
ayudando a atrapar a varios cientos de miles de soldados alemanes en el
bolsillo Falaise. La estrategia de Patton con su ejército favoreció la
velocidad y la acción ofensiva agresiva, aunque sus fuerzas vieron menos
oposición que los otros tres ejércitos aliados del campo en las semanas
iniciales de su avance. El Tercer Ejército habitualmente empleaba unidades de
exploración hacia adelante para determinar la fuerza y las
posiciones del enemigo.
La velocidad del avance de Patton sobre Argentan, el Tercer ejército
recorrió 60 millas (97 km) en sólo dos semanas. Sus fuerzas fueron
complementada por la Inteligencia Ultra
(Código Enigma) con información diaria de los contraataques alemanes, y
dónde concentrar sus fuerzas. El viaje rápido de Patton a Lorena demostró su gran aprecio por las ventajas tecnológicas del
ejército estadounidense. Las principales ventajas de los Estados Unidos y
Aliados eran la movilidad y superioridad aérea, ya que tenía más camiones,
tanques más confiables y mejores comunicaciones por radio, todo lo cual
contribuyó a una capacidad superior para operar a un ritmo ofensivo rápido que
era la característica de este Comandante General.
La ofensiva de Patton se detuvo el 31 de agosto de 1944, cuando el
Tercer Ejército se quedó sin combustible cerca del río Mosela, a las afueras de
Metz. Nuestro Comandante esperaba
que el teatro de guerra le mantuviera el combustible y los suministros fluyendo
para apoyar los avances exitosos, pero Eisenhower favoreció un acercamiento del
"frente amplio" al esfuerzo de la guerra de tierra. De esta forma Eisenhower
dio a Montgomery y su veinte primer grupo de ejército una mayor prioridad para
los suministros de la Operación Market
Garden, dejando botado a Patton quien creía que sus fuerzas estaban lo
suficientemente cerca de la Línea de
Siegfried lo que le comentó a Bradley y que con 400.000 galones de gasolina
podría llegar a Alemania dentro de dos días. A finales de septiembre, un gran
contragolpe Panzer enviado expresamente para detener el avance del Tercer
Ejército de Patton fue derrotado por la cuarta división armada de Estados
Unidos en la Batalla de Arracourt. A
pesar de la victoria, el tercer ejército permaneció en el lugar como resultado
de la orden de Eisenhower de detenerse. Los comandantes alemanes creían que
esto era debido a que su contraataque había tenido éxito. Esta detención fue
suficiente para permitir a los alemanes asegurar la fortaleza de Metz. En
Octubre y Noviembre, el Tercer Ejército estuvo atascado en un punto casi
estancado con los alemanes durante la Batalla
de Metz, ambos lados sufriendo bajas considerables. Un intento de Patton de
apoderarse de Fort Driant justo al sur de Metz fue derrotado, pero a mediados
de noviembre Metz había caído frente a los estadounidenses. Sus decisiones al
tomar esta ciudad fueron criticadas. El comandante alemán de Metz, General Hermann Balck, también señaló que un
ataque más directo habría resultado en una victoria de los Aliados más decisiva
en la ciudad. El historiador Carlo D'Este escribió más tarde que la Campaña de
Lorena fue una de las menos exitosas de Patton, criticándolo por no desplegar
sus divisiones de manera más agresiva y decisiva, pero la verdad que el
Comandante ya no sabía si escuchar a su instinto y ser castigado, pero ganando
terreno hacia el frente…o ser obediente y ser criticado luego por no tener la
audacia de atreverse.
Con los suministros bajos y la prioridad dada a Montgomery hasta que el Puerto de Amberes fuera abierto, Patton
se quedó frustrado por la falta de progreso de sus tropas y desde el 8 de
noviembre hasta el 15 de diciembre, no avanzó más de 40 millas (64 km).
Bradley , Eisenhower y Patton en Europa, 1945
En diciembre de 1944, el ejército alemán, bajo el mando del Mariscal
alemán Gerd Von Rundstedt, lanza una
última ofensiva en Bélgica, Luxemburgo y el noreste de Francia. El 16 de ese
mes, se reúnen 29 divisiones, totalizando 250.000 hombres en un punto débil de
las líneas aliadas y, durante las primeras etapas de la Batalla del Bulge, se avanza significativamente hacia el río Meuse
durante el peor invierno que Europa había visto en años. Eisenhower convocó a
una reunión de todos los altos comandantes aliados en el frente occidental a un
cuartel general cerca de Verdún para
planear la estrategia y una respuesta al asalto alemán. En ese entonces, el
Tercer Ejército de Patton estaba luchando intensamente cerca de Saarbrücken. Conjeturando la intención
de dicha reunión, Patton ordena a su personal hacer tres órdenes de
contingencia operacionales separadas para desentrañar elementos del tercer
ejército de su posición actual y comenzar operaciones ofensivas hacia varios
objetivos en el área de la protuberancia ocupada por las fuerzas alemanas. En
la conferencia de Mando Supremo, Eisenhower que dirigió la reunión, asistieron
Patton, Bradley, el general Jacob Devers, mayor general Kenneth Strong,
Comandante Supremo Adjunto Mariscal Jefe del Aire Arthur Tedder y varios
oficiales de estado mayor. Cuando Eisenhower le preguntó a Patton cuánto tiempo
le llevaría a desentenderse de seis divisiones de su tercer ejército y comenzar
un contraataque al norte para aliviar a la 101a División Aerotransportada de los
Estados Unidos que había quedado atrapada en Bastogne, Patton respondió: "Tan
pronto como termines de hablar conmigo" aclarando entonces que ya
había elaborado una orden operacional para un contraataque por tres divisiones
completas. Eisenhower se mostró incrédulo: “No
seas tonto George, si intentas ir tan temprano, no tendrás las tres divisiones
listas y quedarás en pedazos”. Patton respondió que su personal ya tenía
una orden de operaciones de contingencia lista para salir en ese instante. Patton
salió de la sala de conferencias, llamó a su mando y pronunció dos palabras: "Juega a la pelota". Esta
frase de código inició un orden operacional preestablecido con el personal de
Patton, movilizando tres divisiones; la 4a División Blindada, la US 80a
División de Infantería, y la 26a División de Infantería de los Estados Unidos
del Tercer Ejército y moviéndolas hacia Bastogne. En total, Patton
reposicionaría seis divisiones completas, el III Cuerpo de los Estados Unidos y
el XII Cuerpo de los Estados Unidos. En pocos días, más de 133.000 vehículos
del Tercer Ejército fueron reencaminados en una ofensiva que cubrió una
distancia promedio de más de 11 millas (18 km). Esperando el buen tiempo para
su avance, que permitiría el apoyo de tierra cercano por el avión táctico de
las fuerzas aéreas del ejército de los EEUU, ordenó al capellán de su ejército,
coronel James Hugh O'Neil componer una oración adecuada: "Padre todopoderoso y misericordioso, te suplicamos humildemente,
por tu gran bondad, que contengas estas inmoderadas lluvias con las que hemos
tenido que lidiar. Escuchad con gracia los soldados que os invocan, armados de
vuestro poder, para avanzar de victoria en victoria, y aplastar la opresión y
maldad de nuestros enemigos, estableciendo tu justicia entre los hombres y las
naciones”. Cuando el tiempo se aclaró poco después, otorgó a O'Neill una
Medalla de la Estrella de Bronce en el acto.
El 26 de diciembre de 1944, las primeras unidades de punta de lanza de
la 4ta división acorazada del Tercer Ejército alcanzaron Bastogne, abriendo un
pasillo para el alivio y el reabastecimiento de las fuerzas sitiadas. La
habilidad de Patton para liberar a seis divisiones del combate de primera línea
durante la mitad del invierno, luego la rueda hacia el norte para aliviar
Bastogne fue uno de sus logros más notables durante la Segunda Guerra Mundial.
Más tarde escribiría que la liberación de Bastogne era "la operación más brillante de este modo hemos realizado ahora, y
es en mi opinión el logro excepcional de la guerra. Este es mi mayor
batalla."
Avance
de Patton en Alemania.
Para febrero, los alemanes estaban en pleno retiro, la 94a División de Infantería
de los Estados Unidos cruzó el Saar y estableció una cabeza de puente vital en
Serrig a través de la cual Patton empujó unidades en Sarre, había insistido en
un cruce inmediato del río Sarre contra el consejo de sus oficiales. Una vez
más, encontró otros comandos con prioridad sobre la gasolina y los suministros.
Para obtener estos recursos, unidades de artillería del tercer ejército se
hacían pasar por personal del Primer Ejército y en un incidente que aseguraron
miles de galones de gasolina de un vertedero militar. Entre el 29 de enero y el
22 de marzo, su Tercer Ejército tomó Trier,
Coblenza, Bingen, Worms, Mainz, Kaiserslautern y Ludwigshafen, matando a
99.000 soldados alemanes y la capturando otros 140,112, que representaban en la
práctica la totalidad del 1er. y 7mo. Ejércitos Alemanes. Un ejemplo de ingenio
sarcástico de Patton se transmitió cuando recibió órdenes de pasar por Trier,
ya que se había decidido que se necesitarían cuatro divisiones para capturarlo.
Cuando llegó el mensaje, Trier ya había capturado por él, respondiendo: “He tomado Tréveris con dos divisiones,
¿quieres que te la devuelva?”. El Tercer Ejército comenzó a cruzar el río
Rin después de construir un puente pontón, y se deslizó una división a través
del río esa noche. Patton más tarde se jactó que había orinado en el río
mientras cruzaba.
El 26 de marzo de 1945, Patton envió al Grupo de Trabajo Baum, que constaba de 314 hombres, 16 tanques y
otros vehículos surtidos, 50 millas (80 km) tras las líneas alemanas para
liberar a un prisionero de guerra en el campamento OFLAG XIII-B, cerca de
Hammelburg. Él sabía que uno de los presos era su yerno, el teniente coronel
John K. Waters. La incursión fue un fracaso, y sólo 35 hombres volvieron; el
resto fueron asesinados o capturados. Otro prisionero liberado del OFLAG fue el
Teniente Donald Prell quien fue recapturado y fue enviado a un campo de
prisioneros al sur de Nuremberg. Patton informó de este intento de liberación como
el único error que cometió durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando Eisenhower
se enteró de la misión secreta, estaba furioso. En abril, la resistencia contra
el Tercer Ejército se fue reduciendo y los principales esfuerzos de las fuerzas
se dirigieron a la gestión de unos 400.000 prisioneros de guerra alemanes. El
14 de abril 1945 Patton fue ascendido a Comandante General, una promoción
abogado durante mucho tiempo por Stimson,
en reconocimiento de los logros de batalla de Patton durante 1944. El Tercer Ejército
fue ordenado hacia Baviera y Checoslovaquia, anticipando una última posición de
las fuerzas alemanas. Según informes de la época, Patton estaba consternado y
furioso de saber que el Ejército Rojo
tomaría Berlín, sintiendo que la
Unión Soviética era una amenaza para el avance del ejército estadounidense,
pero fue otra vez detenido por Eisenhower de llegar a Praga antes del Día de la
Victoria el 8 de mayo y el final de la guerra en Europa.
Entre la puesta en funcionamiento en Normandía el 1 de agosto de 1944 y
el fin de las hostilidades el 9 de mayo de 1945, el Tercer Ejército estuvo en
combate continuo durante 281 días. En ese tiempo, cruzó 24 ríos principales y
capturó 81.500 millas cuadradas de territorio, incluyendo más de 120 ciudades y
pueblos. El Tercer Ejército afirmó haber muerto, herido o capturado a 1.811.388
soldados alemanes, seis veces su fuerza en el personal.
Post-guerra
de PATTON
Patton durante un desfile de bienvenida en Los Ángeles, 9 de junio de
1945, pidió un comando en el Teatro de Operaciones del Pacífico, solicitando a
Marshall que lo llevara a esa guerra de cualquier manera posible, y Marshall
dijo que sería capaz de hacerlo sólo si los chinos aseguraran un puerto
importante para su entrada, un escenario improbable. A mediados de mayo de 1945,
Patton voló a París, luego a Londres para descansar. El 7 de junio, llegó a
Bedford, Massachusetts, para una licencia prolongada con su familia, y fue
recibido por miles de espectadores. Patton luego se dirigió a Hatch Memorial
Shell y habló a unos 20.000, incluyendo a una multitud de 400 heridos de su
Tercer Ejército. En este discurso suscitó cierta controversia entre las Madres
de Estrella de Oro, cuando afirmó que un hombre que muere en la batalla es "con frecuencia un tonto",
añadiendo que los heridos son héroes. Patton pasó tiempo en Boston antes de
visitar y hablar en Denver y visitar Los Ángeles, donde habló a una multitud de
100,000 personas en el Memorial Coliseum. Finalmente hizo una parada en
Washington antes de volver a Europa en julio para servir en las fuerzas de
ocupación, donde fue nombrado Gobernador
Militar de Baviera, donde dirigió los esfuerzos de desnazificación de la
población.
Patton se fue particularmente molesto y triste, al final de la guerra
contra Japón, escribiendo en su diario: "Sin
embargo, otra guerra ha llegado a su fin, y con ella mi utilidad para el
mundo." Lo que demuestra que él había nacido para ser soldado,
pensaba como tal y no conocía otra forma de vivir. Deprimido por su
creencia de que nunca lucharía en otra guerra, el comportamiento y las
declaraciones se volvieron cada vez más erráticos. Varias explicaciones más
allá de sus decepciones han sido propuestas para el comportamiento de Patton en
este punto. Carlo D'Este escribió
que "parece virtualmente
inevitable...que Patton experimenta algún tipo de daño cerebral causado por
demasiadas lesiones en la cabeza".
El 28 de septiembre de 1945, después de un fuerte intercambio de opinión
con Eisenhower sobre sus declaraciones y acciones durante la Guerra, fue
relevado de su cargo de Gobernación Militar y del Comando del Tercer Ejército y
en una sombría ceremonia de cambio de mando, concluyó sus palabras de despedida
diciendo: "Todas las cosas
buenas deben llegar a su fin…lo mejor que me ha sucedido hasta ahora es el
honor y el privilegio de haber comandado al Tercer Ejército de los Estados
Unidos".
Patton murió en Alemania el 21 de diciembre de 1945,
como resultado de las lesiones de un accidente automovilístico.
Ejercicios
de entrenamiento para el Día D con munición real.
Los ejercicios de entrenamiento para la Operación Overlord comenzaron
casi un año antes de la invasión, en julio de 1943. Por su similitud con las
playas de Normandía, la villa costera inglesa de Slapton, en Devon, fue desalojada en diciembre de 1943 y ocupada
por las fuerzas armadas para realizar allí sus ejercicios, que incluyeron el
uso de lanchas de desembarco y el sorteo de obstáculos en las playas. Cerca de
este lugar, el 28 de abril de 1944, murieron 749 soldados y marineros
estadounidenses por el ataque de un buque torpedero alemán que sorprendió a los
miembros de la Fuerza de Asalto en el transcurso de la Operación Tigre. En el Centro de Entrenamiento Combinado de
Inveraray (Escocia) también se llevaron a cabo ejercicios con lanchas y
munición real. Las maniobras navales preparatorias se realizaron en Irlanda del
Norte, y los equipos médicos de Londres hicieron simulacros para saber cómo
actuar ante una avalancha de heridos. Los paracaidistas también realizaron
prácticas, entre ellas una gran demostración de salto el 23 de marzo de 1944 en
la que estuvieron presentes Churchill, Eisenhower y otros altos oficiales. La
sorpresa táctica se consideró un elemento necesario en la planificación del
desembarco y por ello la información sobre la localización y la fecha exactas
tan solo era conocida por el alto escalafón militar. El ejército fue aislado en
sus cuarteles a finales de mayo y se prohibió cualquier contacto con el
exterior. Para informar a los soldados de sus objetivos se les mostraron
auténticos mapas del terreno con nombres modificados. Además, a la mayoría no
se le comunicaron sus destinos reales hasta que ya estaban cruzando el canal de
la Mancha. La efectividad de la maniobra de distracción fue todavía mayor
gracias a un apagón informativo general en toda Gran Bretaña. Se prohibieron
los viajes y comunicaciones con la vecina Irlanda, y se restringió la
navegación frente a las costas británicas.
PREVISIÓN METEOROLÓGICA.
Los planificadores de la invasión exigieron unas condiciones climáticas ideales para llevarla a cabo, de modo que solo unos pocos días de cada mes se daban los requisitos indispensables para pasar a la acción, Se necesitaba plenilunio, que manejaría la visibilidad de los pilotos y provocaría mareas altas. Los Aliados querían programar el desembarco para poco antes del amanecer, a medio camino entre la bajamar y la pleamar, en plena fase de ascenso de las aguas. Así, podrían ver mejor los obstáculos plantados por los alemanes y reducirían el tiempo de exposición de las tropas al enemigo. También se establecieron unos criterios específicos para la velocidad del viento, visibilidad y nubosidad. Eisenhower seleccionó en principio el día 5 de junio como fecha del asalto, pero el día 4 las condiciones no eran las idóneas por culpa del fuerte viento y de la mar gruesa, que impedirían zarpar a las lanchas, y de una nubosidad que dificultaría que los aviones encontrasen sus objetivos.
¿EE.UU.
sin preparación?
Los historiadores concuerdan en que para el final de la Segunda Guerra
Mundial, Estados Unidos tenía las mejores fuerzas armadas del mundo. Y en este
sentido, la campaña de Normandía de 77 días hizo mucho para ayudarles a llegar
a este punto. Según el historiador británico James Holland, el norte de Francia sirvió para la flexibilidad
táctica y operativa estadounidense. Al comienzo de la campaña, los
estadounidenses lucharon en un área de campos pequeños, que tenían vías
angostas y surcos, es decir, un terreno para el que no habían entrenado. Por
este motivo tuvieron que esperar que los alemanes se retiraran luego del
aterrizaje aliado. Por su parte, para los alemanes el terreno les dio la
oportunidad de hacer emboscadas y usar los equipos de mortero y ametralladoras.
El historiador destaca que durante la campaña del desembarco en
Normandía, los grandes avances de las fuerzas aliadas también se hicieron
gracias al apoyo aéreo cercano, así como también usando la coordinación entre
la infantería, la artillería y la armadura. Por ejemplo, los servicios médicos
avanzaron tanto que una de cada cuatro víctimas regresó al campo de batalla
después del tratamiento, lo que es muy destacable para 1944.
La
verdadera condición de los alemanes.
El periodista estadounidense experto en temas de guerra Eric Margolis escribió en el diario
digital The Huffington Post que las fuerzas alemanas ya habían sido aplastadas antes del Día D. “Cuando los aliados desembarcaron en
Normandía, se encontraron con las fuerzas alemanas maltratadas sin cobertura
aérea, paralizadas por la falta de combustible y suministros, incapaces de
moverse durante el día. Aun así, los alemanes lucharon como tigres. Si la
invasión de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá se hubiera encontrado con las
fuerzas alemanas de 1940, el resultado bien podría haber sido diferente”,
señaló.
El historiador James Holland dijo a la cadena CNN que la determinación
tenaz de los alemanes a luchar durante el Día D a menudo se confunde con
habilidad táctica. “La mejor analogía es con los conflictos más recientes, como
Afganistán o incluso Vietnam, ya que las fuerzas occidentales tenían la mejor
formación y armamento. Sin embargo, lucharon mucho para derrotar a un enemigo
enormemente inferior. Los talibanes han demostrado que es muy difícil derrotar
por completo a tu enemigo si no quieren ser derrotados. Es por eso que los
alemanes tomaron tanto tiempo en ser derrotados en Normandía”, señaló.
Preparativos
y defensas alemanas.
La Wehrmacht tenía desplegadas cincuenta divisiones en Francia y los
Países Bajos, y otras dieciocho en Dinamarca y Noruega. En Alemania se estaban
reuniendo otras quince divisiones, pero no había ninguna reserva estratégica. La
Región de Calais estaba defendida por el 15º Ejército y Normandía por el 7º
Ejército, comandado por el coronel General
Friedrich Dollmann. Las bajas en combate en el transcurso de la guerra,
particularmente en el frente oriental, dejaron a Alemania sin hombres jóvenes
para reclutar. Por lo general, los soldados alemanes eran seis años mayores que
los del bando aliado. Gran parte de los destinados por el Tercer Reich en
Normandía eran Ostlegionen (legiones
orientales), procedentes de reclutamientos o voluntarios del Turquestán, Rusia,
Mongolia y otros lugares. Estaban armados con equipo capturado y carecían de
transportes motorizados. Unidades que llegaron después, como la 12ª SS División Panzer Hitlerjugend,
estaban formadas en su mayoría por jóvenes mucho mejor equipados y entrenados
que el resto de tropas estacionadas a lo largo de la costa.
Muro
atlántico.
Alarmado por los ataques de los Aliados en Dieppe y Saint-Nazaire
en 1942, Hitler había ordenado la construcción de fortificaciones a lo largo de
toda la Costa Atlántica, desde España a Noruega, como protección ante una
hipotética invasión. Planeó crear 15.000 cuarteles defendidos por 300.000
hombres, pero debido a los recortes (sobre todo en hormigón y mano de obra), la
mayoría de estos puntos fortificados nunca se construyeron. El lugar mejor
defendido, como ubicación más probable para un desembarco por su proximidad a
las costas británicas, era el Paso de
Calais. En la zona de Normandía, las mejores fortificaciones estaban
alrededor de las instalaciones portuarias de Cherburgo y Saint-Malo.
Un informe enviado por Von Rundstedt a Hitler en octubre de 1943 en
referencia a la debilidad de las defensas en Francia, supuso el nombramiento de
Erwin Rommel como supervisor de la
construcción de más fortificaciones a lo largo del previsible frente de
batalla, que se extendía desde los Países Bajos hasta Cherburgo. Rommel recibió
el mando del recién reformado Grupo de Ejércitos B, que aglutinaba al 15º y 7º
Ejércitos, así como las fuerzas desplegadas en los Países Bajos. La compleja
estructura de mando del ejército alemán dificultó a Rommel el cumplimiento de
su tarea, pues no podía dar órdenes a la Organización
TODT, dirigida por el ministro de Armamento Albert Speer, por lo que en algunas zonas se vio obligado a asignar
soldados a labores de construcción.
Rommel sospechaba de Normandía como probable lugar de desembarco, por lo
que ordenó construir numerosas estructuras defensivas por toda su costa. Además
de los búnkeres y nidos de ametralladoras de hormigón armado, mandó colocar en
las playas estacas de madera, erizos checos, minas y enormes obstáculos
antitanque, para dificultar y retrasar la aproximación a la costa de las
lanchas de desembarco y entorpecer el movimiento de los carros de combate. Esperando
que los Aliados desembarcaran durante la pleamar para reducir el tiempo de
exposición de la infantería en las playas, mandó ubicar los obstáculos a la
altura que marcaban las mareas altas. Así, se colocaron alambres de espinos y
trampas explosivas, y se procedió a la poda de la vegetación costera para
complicar el avance de la infantería. Por orden de Rommel, el número de minas
en las costas se triplicó. Debido a la enorme superioridad aérea de su enemigo (4.029
aviones Aliados asignados a las operaciones en Normandía y otros para bombardeo
y defensa, contra 570 aeronaves de la Luftwaffe estacionadas en Francia y los
Países Bajos) en los prados y campos se colocaron maderos verticales unidos por
alambres denominados Rommelspargel o”espárragos de Rommel”, para que
impidieran el aterrizaje de aeronaves aliadas.
RESERVAS MÓVILES.
Erwin Rommel creía que la mejor oportunidad de frustrar la invasión
enemiga era detenerla en las playas, y por eso pidió que las reservas móviles,
especialmente los carros de combate, se reunieran lo más cerca de la costa que
fuera posible. Sin embargo, los Generales Gerd
von Rundstedt y Leo Geyr von
Schweppenburg, así como otros altos cargos de la Wehrmacht, pensaban que no
podrían detener la invasión anfibia. Geyr abogó por una doctrina convencional:
mantener a las formaciones panzer
concentradas en una posición central alrededor de París y Ruan, y solo
desplegarlas cuando ya se hubiera identificado la principal cabeza de playa de
los Aliados. Geyr también señaló que, en la campaña de Italia, las unidades
ubicadas cerca de la costa habían resultado dañadas por bombardeos navales. La
opinión de Rommel era que, debido a la abrumadora superioridad aérea del
enemigo, no serían posibles los movimientos de carros de combate a gran escala
una vez comenzada la invasión. Hitler tomó la decisión final, que fue dejar
tres divisiones bajo el mando de Geyr y darle a Rommel el control operacional
de tres divisiones panzer como reserva. El Führer
tomó el control personal de cuatro divisiones estratégicas a las que no se
podría recurrir sin órdenes directas suyas.
La
invasión
“Estáis a punto de embarcar en la Gran Cruzada, para
la cual nos hemos estado preparando estos meses. Los ojos del mundo están sobre
vosotros, las esperanzas y oraciones de las personas amantes de la libertad en
todas partes del mundo marchan con vosotros. En compañía de nuestros valientes
aliados y compañeros de armas en otros frentes, conseguiréis destruir la
maquinaria de guerra alemana, la eliminación de la tiranía nazi sobre los
pueblos oprimidos de Europa y seguridad para nosotros mismos en un mundo libre”. Dwight D. Eisenhower, Carta a las Fuerzas Aliadas.
En mayo de 1944 había un millón y medio de soldados estadounidenses en
el Reino Unido. La mayoría se alojaban en campamentos temporales levantados en
el suroeste de Inglaterra, en espera de cruzar el canal de la Mancha hacia el
sector occidental de las zonas de desembarco. Las tropas anglocanadienses
estaban acampadas al este, repartidas entre Southampton y Newhaven.
Un complejo sistema denominado Control de Movimiento aseguró que los hombres y
los vehículos partían hacia los veinte puntos de embarque según lo previsto. Algunos
soldados tuvieron que montar en sus lanchas una semana antes de la operación.
Los barcos se encontraron en un punto de reunión al sureste de la Isla de Wight
para formar los convoyes que cruzarían el canal. Los buques dragaminas
comenzaron a despejar las rutas a seguir en la noche del 5 de junio, y unos mil
bombarderos despegaron antes del amanecer para atacar las defensas costeras
alemanas. Luego otros mil doscientas aviones despegaron de Inglaterra justo
antes de la medianoche para trasladar a tres divisiones aerotransportadas hasta
sus zonas de salto, detrás de las líneas enemigas, varias horas antes del
desembarco. A las divisiones aerotransportadas 82ª y 101ª del Ejército
estadounidense se les asignaron objetivos en la Península de Cotentin, al oeste de la Playa UTAH. La 6ª División
Aerotransportada británica tenía como misión tomar intactos los puentes sobre
el canal de Caen y el río Orne. El 4º Batallón SAS de la Francia Libre,
compuesto por 538 hombres, tenía asignados objetivos en Bretaña. En el Día D, 6
de junio de 1944, unos 132.000 soldados cruzaron el canal de la Mancha por mar
y otros 24.000 por aire. El bombardeo naval preliminar, efectuado por cinco
acorazados, veinte cruceros, sesenta y cinco destructores y dos monitores,
comenzó a las 5:45 y se prolongó hasta las 6:25 de la mañana, hora local. La
infantería comenzó a llegar a las playas poco después, a las 6:30.
Las
playas.
Las lanchas que transportaban a la 4ª División de Infantería
estadounidense, que debía asaltar la Playa UTAH, fueron arrastradas por la
corriente hasta un lugar situado a mil ochocientos metros al sur de la posición
prevista. Las tropas se toparon con poca resistencia del enemigo y sufrieron
menos de doscientas bajas. Los puntos que alcanzaron tierra adentro estuvieron
muy lejos de lo planeado, pero aun así avanzaron 6,4 km y contactaron con la
101ª División Aerotransportada. Los lanzamientos de paracaidistas al oeste de
la Playa UTAH no tuvieron mucho éxito, pues tan solo el 10% de los soldados
aterrizaron en los lugares previstos. Reunir a los hombres para formar unidades
de combate fue muy difícil por la escasez de radios para comunicarse y por el
terreno, poblado de vegetación, muros de piedra y zonas pantanosas. La 82ª
Aerotransportada consiguió tomar su objetivo primario en Sainte-Mère-Église y trató de proteger el flanco occidental, pero
su fracaso en la captura de los puentes sobre el Río Merderet retrasó considerablemente el bloqueo de la península
de Cotentin. La 101ª ayudó a proteger el flanco sur y capturó la esclusa del Río Douve en La Barquette, pero fue incapaz de hacerse con el control de todos
los puentes cercanos el primer día.
El objetivo de los doscientos hombres de la 2ª División Ranger, comandada por el Teniente Coronel James Rudder, era destruir una batería de cañones
ubicada sobre unos acantilados de 30mts. en el Pointe du Hoc. Tras soportar el fuego enemigo procedente de la
parte alta, los soldados estadounidenses consiguieron ascender los acantilados
con cuerdas y escalas, pero descubrieron que los cañones ya habían sido retirados.
Los rangers localizaron las piezas de artillería, sin guardia pero todavía
operativas, y las deshabilitaron. El posterior ataque alemán aisló a las tropas
y algunos soldados fueron capturados. Al amanecer del día 7 de junio, Rudder
solo disponía de noventa hombres capaces de combatir. No recibieron ayuda hasta
el día 8, cuando llegaron miembros del 743º Batallón Acorazado.
Playa de Juno (Canada).
El desembarco en la playa Juno se retrasó a causa de
la mar gruesa, y las tropas llegaron antes que los barcos de protección anti-artillería,
razón por la que el fuego enemigo ocasionó numerosas bajas entre los soldados
mientras abandonaban las lanchas. Gran parte del bombardeo naval había errado
sus objetivos y muchas de las defensas alemanas permanecían intactas. En total,
en la playa Juno murieron 961 soldados aliados. Sin embargo, las fuerzas
canadienses despejaron la playa con rapidez y crearon dos salidas hacia las
poblaciones más próximas del interior. El retraso en la toma de Bény-sur-Mer causó un atasco en la
costa, pero a la caída de la noche las cabezas de playa contiguas de Juno y
Gold abarcaban 19km de ancho y se ocupaban 7km tierra adentro.
Playa de Sword (Gran Bretaña).
En la playa Sword, 21 de los 25 tanques anfibios
llegaron indemnes a la costa para ofrecer protección a la infantería, que
comenzó a desembarcar a las 7:30 de la mañana. Los soldados despejaron
rápidamente la playa y crearon varias salidas para los carros de combate. Con
el fuerte viento, la marea subió más rápido de lo previsto y complicó las
maniobras para ubicar las protecciones anti-artillería. La Infantería Ligera
del Rey de Shropshire comenzó a marchar hacia Caen a pie, pero tuvo que
retroceder por la falta de protección blindada tras haber avanzado varios
kilómetros. A las 16:00, la 21ª División Panzer alemana montó un contraataque
entre las playas Juno y Sword que estuvo a punto de llegar a la costa, pero se
topó con una fuerte resistencia por parte de la 3ª División Mecanizada británica
y los alemanes tuvieron que retirarse para ofrecer apoyo a otras unidades en la
zona entre Caen y Bayeux.
OMAHA:
La playa sangrienta, fin de muchos soldados aliados (eeuu).
Omaha, la playa mejor defendida, se asignó a la 1ª División de
Infantería estadounidense, complementada con tropas de la 29ª División. Allí se
enfrentaron a la 352ª División de Infantería de la Wehrmacht, en lugar de al
regimiento que esperaban encontrarse. Las fuertes corrientes marinas forzaron a
muchas lanchas a desembarcar al este de los puntos previstos o las retrasaron.
Aquí, las bajas aliadas superaron con creces a la suma de las registradas en el
resto de playas, a causa del intenso fuego recibido desde la cima de los
acantilados. Los problemas para sortear los obstáculos costeros obligaron a
pedir un alto en la llegada de nuevas lanchas a las 8:30 de la mañana. Sobre
esa hora se aproximaron un grupo de destructores para ofrecer apoyo artillero.
La toma de esta playa solo fue posible a través de cinco barrancos y, hacia el
final de la mañana, apenas seiscientos hombres habían alcanzado el terreno
superior. Para el mediodía, cuando el bombardeo naval había hecho su efecto y
los alemanes se estaban quedando sin munición, los estadounidenses fueron
capaces de despejar algunos caminos. También comenzaron a limpiar los
obstáculos de las defensas alemanas para permitir el avance de los vehículos.
La estrecha cabeza de playa se ensanchó en los días posteriores y los objetivos
previstos para la primera jornada de invasión no se cumplieron hasta tres días
después.
Estas dos divisiones que llegaron hasta la arena, fueron castigadas por
las ametralladoras alemanas. Al final del día, en el sector se habían producido
2.000 bajas entre los soldados de EEUU.
A pesar que americanos, canadienses y británicos, fueron en conjunto los
que pretendían liberar Francia y avanzar desde allí hasta la Alemania nazi, son
los norteamericanos los que han visto ligado su pasado triste a esta operación.
Las razones son muchas, pero entre ellas pueden esgrimirse las 2.000 bajas que
su ejército sufrió, afectó a la Nación que escuchaba las noticias que
transmitía la radio, que decía que a fuerza de fusil y muerte, ese día 06 junio
1944 avanzaron por la arena creando tras de sí un innegable mito de heroísmo,
en una playa bañada de sangre. Gracias a la leyenda de Omaha, así como a las
operaciones del Día D, cada año se reúnen en Normandía miles de recreadores
históricos que buscan evitar que se olvide la tragedia que allí ocurrió. Este
2017 no será diferente, la costa de Francia tendrá varios invitados de excepción
y sobrevivientes de ese día singular.
Desastrosos preliminares al desembarco.
Temprano en la mañana comenzó el asalto de Omaha durante el Día D, se
realizó a través de intenso bombardeo naval que buscaba destrozar las
posiciones alemanas, o al menos, desconcertar a los defensores. A eso de las
5:20, las primeras lanchas avanzaron hacia la
y después de estas, iniciaron su camino más y más barcazas. Mientras las
primeras lanchas recorrían la distancia entre los buques nodriza y la playa (la
cual se completaba aproximadamente en una hora) los soldados empezaron a
entender que tendrían que conquistar la región sin ayuda. En primer lugar,
porque la mayoría de los nuevos ingenios acorazados (unos supuestos carros de
combate anfibios que debían dar cobertura a la infantería en Omaha) no tardaron
en irse a pique. De los 33 carros que debían llegar en vanguardia para servir
de cobertura a los combatientes, únicamente 2 alcanzaron su destino.
Las fuerzas aéreas no lo hicieron mejor, aunque arrojaron sobre las posiciones
nazis nada menos que 13.000 bombas media hora antes de la llegada de la primera
oleada de infantería, casi ninguna dio en el blanco…un auténtico desastre.
Cuando se percataron de lo que se les venía encima, los alemanes
ubicados en las posiciones defensivas de Omaha (unos 1.200) prepararon sus
letales ametralladoras MG-42 para recibir a los aliados. “La flota de la invasión apareció en el horizonte como una ciudad
gigantesca de grandes edificios en el mar, una enorme”, determinó
posteriormente un cabo primero de la 716ª División de Infantería alemana. No le
faltaba razón, cada barcaza portaba unos 30 hombres, y en su conjunto suponían
una imponente visión. Sin embargo, dentro de las mismas se hallaban hombres
temerosos que habían empezado a achicar con sus cascos los vómitos que les
había provocado el mareo… y el copioso desayuno que les habían dado esa misma
mañana. Así comenzó el asedio a La
Fortaleza Atlántica de Erwin Rommel: entre miedo y una pestilencia total.
El mar y las balas.
Aproximadamente a las 6:30 de la mañana las rampas de las lanchas de
desembarco empezaron a bajar. Los americanos habían llegado a Omaha. Aunque
algunas barcazas lograron arrimarse lo suficiente a la costa como para que los
soldados no tuviesen que recorrer una gran distancia hasta pisar la húmeda
arena gala, la mayoría quedaron detenidas bastante antes. Muchos combatientes
se vieron obligados a caminar con agua hasta la cintura. Una dificultad más en
aquella vorágine de destrucción que les convirtió en un blanco perfecto para
las ametralladoras germanas.
Eso precisamente fue lo que le ocurrió al soldado Pozek, del 116º
Regimiento de la 29ª División. Aunque él pudo hallar cobijo tras un obstáculo
ubicado en la playa. Así recordaba posteriormente aquellos momentos: “Las balas rebotaban en él [obstáculo] y
atravesaban mi mochila sin darme”…sus compañeros no tuvieron tanta suerte. Muchos
fueron aniquilados por las balas poco después de que descendieran de la rampa
de su lancha. Otros tantos, que se arrojaron por los laterales de la barcaza
para evitar los disparos llegaron incluso a ahogarse por culpa de los 45 kilos
de equipo que cargaban. “Muchos fueron
alcanzados en el agua, se oían gritos de socorro de los heridos que se ahogaban
agobiados por el peso de la carga”. El agua, como los supervivientes
señalaron posteriormente en multitud de entrevistas, se fue tiñendo poco a poco
de rojo.
La zona, posteriormente conocida como Playa Sangrienta, se convirtió entonces en un auténtico matadero.
En el sector Charlie, una de las múltiples
secciones en las que se dividió Omaha para organizar el desembarco, dos
barcazas de la compañía Able del 116º Regimiento (perteneciente a la 29ª
División) fueron totalmente exterminadas por las balas alemanas.
Todo aquel que puso un pie en la playa se enfrentó a las MG-42 y a los
morteros alemanes, que completaban esta tenebrosa coreografía de muerte. Los
hombres de la 1ª División tampoco tardaron en sumarse a esta cruel fiesta. Un
combatiente (que dijo estar desfallecido por la cantidad de peso que llevaba
encima) tuvo que ver como acababan con 22 de los 31 soldados que integraban su
pelotón. Al soldado Hal Baumgartem, por su parte, una de las cosas que más le
impactó fue escuchar como varios moribundos llamaban a sus madres. Así lo
señaló en una entrevista concedida para el documental Surviving D Day, y también se le quedó grabado en la mente otro
suceso que ocurrió frente a él. La brutal muerte de un soldado que conocía: “No llevaba casco, tenía un agujero en la
parte izquierda de su frente. Su pelo estaba manchado de sangre. Se arrodilló y
empezó a rezar con su rosario. Una ametralladora le partió luego por la mitad”.
Durante la entrevista para el documental, Hall repitió varias veces la misma
palabra: horrible...”Fue horrible ver partes de cuerpos de personas que
conocíamos. Olía a carne quemada. Era una escena terrible”. Ese fragmento del
desembarco fue un desastre. La primera oleada (formada por unos 1.450 hombres)
tuvo un tercio de bajas en tan solo una hora.
LAS BAJAS TOTALES DE LOS ALIADOS EN EL DESEMBARCO DE NORMANDIA FUERON
APROX. 10.000 VIDAS, Y LOS ALEMANES SUFRIERON 1.000 BAJAS. ESTE DESEMBARCO HA SIDO LA MAYOR INVASIÓN MARÍTIMA DE LA HISTORIA, EN LA
QUE SE UTILIZARON ALREDEDOR DE 5.000 LANCHAS DE ASALTO, 289 BUQUES DE ESCOLTA Y
277 DRAGAMINAS, PERO ACELERÓ EL FINAL DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL EN EUROPA,
DESENCADENANDO UNA CARRERA DESENFRENADA POR LLEGAR A BERLIN, QUE DIO ORIGEN A
LA COMPETENCIA BÉLICA POSTERIOR QUE SE MOSTRARÍA COMO LA GUERRA FRÍA.
CONSIDERACIONES
FINALES.
Eisenhower tomó el mando directo de las fuerzas terrestres aliadas el 1 de
septiembre. Preocupado por un posible contraataque alemán y por los escasos
suministros que llegaban a Francia, decidió continuar las operaciones en un
frente más amplio en lugar de intentar penetrar profundamente en territorio
enemigo. El encuentro entre las fuerzas aliadas procedentes de Normandía y las
que venían del sur de Francia se produjo el 12 de septiembre como parte del
avance hacia la Línea Sigfrido. El
17 de septiembre, Montgomery lanzó
la Operación Market Garden, un
intento fallido de asalto aerotransportado anglo-estadounidense que pretendía
capturar los puentes de los Países Bajos y permitir a las fuerzas terrestres
cruzar el río Rin para entrar en Alemania. El avance aliado se ralentizó por la
resistencia alemana y la escasez de combustible. El 16 de diciembre, la
Wehrmacht lanzó una contraofensiva conocida como Batalla de las Ardenas, su último gran ataque en la guerra. El 12
de enero, los soviéticos encadenaron varios ataques exitosos en la Ofensiva del Vístula-Óder. Finalmente Hitler
se suicidó el 30 de abril de 1945, mientras las tropas del Ejército Rojo
cercaban su Führerbunker en Berlín,
y Alemania
se rendía apenas una semana después, el 7 de mayo de 1945.