PALABRAS DEL ALMA N.85: AMOR
Y COMPRENSIÓN PARA LOS SUICIDAS.
Antes que
todo, debo informarles que yo soy uno de ustedes, he tratado dos veces terminar
con mi vida, por ello mismo no escribo desde la distancia, de la moralidad o de
lo que está correcto hacer. Es fácil, condenar a los suicidas y tildarlos de
cobardes, enfermos o simples sociópatas cuyos cuerpos estaban llenos de droga
al momento de la determinación de emprender el vuelo.
Por todo esto y, entendiendo que la “entrada” de hoy es con el respeto y amor que se merecen mis niños y niñas, hombres y mujeres, que están o ya se fueron de este espacio, por esta vía. Sólo escribiré algunas palabras, versos y prosas que explican en cierto modo lo que pasa en las mentes de esos muchachos, poder hablar de la pena y el desamparo, del no ser escuchados sus gritos desgarradores por ayuda, la superficialidad y el desinterés de la sociedad por intervenir cortando el destino fatal por donde corren sus vidas. La indiferencia y apatía como organismos estatales enfrentan el tema.
Nadie nace
con las intenciones de suicidarse, ellas se van forjando a través de la vida y
las penas que nos tocan vivir, algunas tan intensas que son imposibles de
controlar. Nuestra mente no supera esos episodios, transformándose en nuestra
propia enemiga, acorralándonos y no dejando ver el mundo que espera por
nosotros. Dios, solo ÉL sabe que los suicidas nunca atentan contra su vida a la
primera caída, siempre han luchado mucho tiempo antes por salir de tal oscuridad,
pero el serhumano cae en una depresión cuando las fuerzas y los gritos nunca
son oídos, quedando en la más absoluta orfandad.
Luego de sus muertes muchos familiares, amigos, padres y parejas aparecen meditando lo que pudieron hacer para impedir el desenlace fatal, pero más que un dolor y reproche, es una acción de supervivencia de sus propios espíritus para no culparse y seguir justificando su papel en estas obras teatrales dramáticas, apaciguar sus conciencias.
Hoy, me he
apoyado en tres canciones que se encuentran en youtube, que son himnos a los
suicidas, mis muchachos hermosos y amados, sus almas están conmigo acompañando
siempre mi destino y para aquéllos que están en momentos de dolor que no dejan
ver más allá del bosque, saben que estoy acá, tienen mi correo y mi Blog, solo
deben poner un comentario y pedir ayuda…
Las
canciones son:
La primera
ha sido por años un himno al suicida y desgraciadamente se ha trasformado en la
última melodía escuchada por muchos ángeles que hoy ya no están junto a
nosotros…quizás son mucho más felices donde están corriendo y jugando…más allá
del horizonte que conocemos por ser seres materiales aún, de este paraíso de
horror como es la Tierra.
“Gloomy Sunday” de Sarah
McLachlan (un domingo triste).
Luego,
encontré la canción de Evanescense “You”
que estremece el alma llegando a los huesos, permitiendo transportarnos al
mundo del nunca jamás, donde bailan las almas desechadas por la Humanidad y,
donde espero estar el día que por fin me despegue de este horrendo paraíso en
la Tierra.
Finalmente,
se encuentra “Breathe me” de Sia
(respírame).
Bueno,
comienzo con mis escritos:
Mamá, perdóname por favor,
Me decías,
No llores,
No te cortes,
No digas adiós.
Suelta la navaja,
Suelta el cuchillo,
Tal vez es difícil,
Pero, puedes ganar esta
batalla.
I´m sorry goodbye,
Gritos silenciosos,
Mientras me sigo cortando.
Que es eso en tu muñeca?,
No hay nada que decir,
Nada que explicar,
Las palabras no van a cambiar
nada,
He pedido ayuda a gritos,
Pero ellos siempre llegan tarde.
Recuerdo cuando mis muñecas
estaban limpias,
Ahora, sangran lentamente,
Llevándose mi vida con ellas,
Y poco a poco mi dolor
mental,
Se va desvaneciendo en la
pureza de mi muerte.
Voy a morir, no me explico
por qué
Soy tan feliz sabiendo que no
lloraré nunca más,
No necesitaré que me
escuchen,
Solo me quedare dormida para
siempre.
Me miro y no veo nada que me
guste,
La gente no me hace feliz y
sola me siento mal,
Porque vienen a mi mente
ideas oscuras del Final.
Me gusta dormir, porque es
como si muriera por un rato,
Y es que siempre pienso que
todos son felices,
Menos yo.
Quizás no sea hoy, ni mañana,
Pero algún día estaré bien y
volaré libre,
He llegado al punto, donde no
existe otro camino.
Me dirán, por qué no nos
dijiste nada,
Acaso no les grité con el
alma, nadie me escuchó,
Caminaban por mi lado sin
darse cuenta de mi dolor.
Mi gato me mira desorientado,
él sí ve mis heridas,
Pero no sabe cómo convencerme
de no partir,
Mi gato me seguirá hasta el
Final, quizás se vaya conmigo.
Y aprendí a sentirme bien,
Haciéndome daño en la piel,
Nadie supo nunca cómo hacerme
feliz,
Nadie supo que no lo era,
Hoy me voy habiendo pasado
Por este Mundo sin notarme.
Dirán, se volvió más callada,
Sus noches más tristes,
Sus heridas más grandes,
Sus mangas más largas,
Sus comidas más pequeñas.
Se volvió más delgada,
Su música más silenciosa,
Y nadie notó nada.
No quiero ser yo,
Me dije que no lo haría,
Y aquí estoy a punto de
hacerlo,
Escondida en un lugar,
Donde no puedan llegar a
detenerme.
La sangre me invade,
Brota de mis manos,
Y yo sonrío,
Que hay de malo en mí,
Haga lo que haga, siempre
seré la mala.
Echo de menos aquellos
tiempos,
Donde las cosas me afectaban
menos,
Y los días eran de jugar a
ser grandes,
Hoy sólo quisiera volver a
ser niña.
Nunca entenderán,
La razón de mis lágrimas,
Desapareceré y nadie lo
notará,
Después de un tiempo, todos
seguirán.
Estaré bien, ya no oiré:
Eres una perdedora,
Eres una estúpida,
Eres una puta,
Eres patética,
Buscas solo atención.
Aun así tenía que levantarme
cada mañana,
Siguiendo adelante,
En mi mirada se notaba,
Que me acompañaba la Muerte,
Cansada de sentirme tan
perdida,
Sangrando en silencio.
Me dicen, todo va a mejorar,
Pero nada cambia para mí,
Cambia para los demás,
Una historia de mil cicatrices,
Todas escondidas, como mi
Alma.
El domingo es triste,
Mis horas son de insomnio,
Amaba, las sombras en las que
vivo,
Son infinitas y pequeñas,
Flores blancas, que nunca
despertarán.
Allá donde la carroza
fúnebre, me llevará,
Los ángeles no tienen pensado
devolverme mamá,
Se enfadarán todos ustedes
conmigo, lo sé.
Pero mi corazón y yo hemos
decidido,
Que se acabará todo para
siempre.
Pronto habrán llantos, velas
y
Comentarios tristes sobre mí,
Pero nunca sabrán…que estaré
feliz.
La muerte es un sueño,
La muerte me acaricia,
Me entiende más que aquellos
que dejo atrás.
Con el último suspiro de mi
alma,
Les bendigo y perdono,
Sí, sí, era Yo quien tenía la
culpa.
Mamá…Papá…no se culpen,
Nadie tuvo la culpa, los amo
para siempre.
El domingo, es triste…
Como les digo a los míos,
Que perdí las ganas de vivir?
Me duelen los ojos de tanto
sangrar,
Sangre limpia no del corazón,
sino del Alma.
Te acuerdas de la chica feliz
y segura que era?
Pues ahora tiene depresión y
quiere morir,
Si los ángeles pueden volar,
Yo callaré y saltaré al
vacío.
Si no vas a amar mis demonios,
No trates de salvarme del
infierno,
Un corte princesa,
Con solo un corte, se acaba
todo.
Sé que soy un estorbo,
No necesitas recordármelo
tanto,
Quiero ser feliz, como lo era
antes,
Descuiden, seguiré sonriendo,
No importa que tan herida
esté.
Mis muñecas son de papel,
La navaja un pincel,
La sociedad su inspiración y
La Muerte la salvación.
Hoy me despierto y veo que,
Es otro día más…un día igual
A los demás que me obliga a caminar.
No lo hago por mí, pues ya ni
puedo con más,
Lo hago por quienes me aman,
Yo no los quiero dañar.
Por cada paso que doy,
Siento que me retraso a un
futuro incierto,
Mis pies están descalzos,
Mi frente no se encuentra en
alto,
Detrás de mí, se ocultan
llagas,
Y demasiado cemento en mis
pies.
Ellos no me pueden ver llorar,
Para que vivir una realidad
tan injusta,
Te cortas a ti misma.
Lo sé crees que soy horrenda,
La mejor forma de evitar que
te rompan el corazón,
Es fingir que no lo tienes,
Necesito ayuda, necesito me
mires,
Necesito escuches como grito
por tu atención.
Cuál es tu mayor talento?
Sé sufrir en silencio,
Siguen adelante con sus vidas,
Mientras la mía termina cada
atardecer.
Sonrisas en la cara,
Pensamientos suicidas en mi
cabeza,
No hay nada más,
El corazón se terminó de
congelar,
Hace mucho he muerto,
Hoy me ves, pero ya no estoy
aquí.
Qué clase de horrible lugar
es este?
Es mi realidad que me
destruye,
No quiero más, no quiero
seguir,
Suficiente para mí,
Me doy miedo de mi misma,
Creo no podré encontrar la
salida,
Y allá voy de nuevo,
Saltando al vacío, pidiendo
esta vez,
Nadie me interrumpa,
Sea la última y no exista el
mañana.
A todo el mundo le importa,
Cuando ya es demasiado tarde,
Déjame sola esta vez,
Ya encontré el camino,
Mañana verás que el mundo,
No me extrañará y ni tú me
llorarás.
Todos somos rostros tristes,
Con sonrisas pintadas en esta
obra,
No te preocupes, tengo un
sueño.
Un mundo donde mi mente no
sea mi enemiga,
Donde la niña que soy, pueda
correr y jugar libre,
Dicen que los sueños se hacen
realidad,
El problema es que yo siempre
tengo pesadillas.
Mi corazón late, pero sigo
muerta,
Lo peor es que no hay nadie
que lo sepa,
Por favor, paren este dolor,
Besaste las cicatrices de mi
piel,
Sigo pensando que fue lastima,
Una forma de cubrir tu culpa,
Morir es mi promesa,
Tengo miedo de qué pasará,
Me gustaría volver a ser
feliz,
Me gustaría una segunda
oportunidad,
Pero miro mi habitación
solitaria,
Solo mi gato me mira desde la
ventana,
El infinito dolor que
expresan mis ojos.
Empiezo a caminar hacia el
Final,
Esta vez nadie lo impedirá,
Esta vez me he preocupado,
Que el ritual terminará.
Solo déjenme ser débil y
llorar hoy,
Mañana volveré a ser fuerte,
Las palabras destruyen,
Mucho más que las armas,
Tranquilos todos, estaré
bien.
Escribo
esto, por aquéllos que no tienen voz, por esos que se fueron sin ser
escuchados, por los que gritaron sin respuestas. Grito yo, por todos los
suicidas y quienes en este momento están luchando por no entregarse, por tantos
y tantas en la historia que tomaron la decisión más terrible y no menos
valiente de emprender el vuelo final.
En especial
lo hago por mi amigo de siempre, Reimundo Mumo Tupper y por la adolescente Katy
Winter. El primero aquejado de una enfermedad como la “depresión endógena”,
maldita bestia que ni los especialistas médicos pueden combatir, Mumo se fue un
día de julio en Costa Rica cuando viajaba con su equipo Universidad Católica de
Chile. Nadie supo nunca que lo llevó a tomar esa decisión de lanzarse de la
azotea del Hotel, el mismo día del partido por la Copa. La segunda, es una
adolescente que soñaba con ser como Taylor Swift, llamada Katty Winter Zamorano
de 16 años alumna del Colegio Nido de Águilas, que se fue un día de mayo cuando
no asistió a su colegio y comenzó a caminar sin rumba, sufría ciberbullyng
escolar ya que era una ganadora y con una capacidad artística que oscurecía a
las demás. Esa tarde, se fue a un Starbucks y dirigiéndose al baño terminó con
su vida…