PALABRAS DEL ALMA N.106: “AL DÍA SIGUIENTE DE MI SUICIDIO”
Al día siguiente de mi suicidio, me enamoraré de mi madre al verla llorar
en el suelo de mi habitación, abrazando mi camiseta ensangrentada y recorriendo
mis fotos como si eso me devolviera a la vida, me pondré triste de darle ese
dolor a los muchos años que ella tiene y no merece ya sufrir tanto.
¡Amor en sus ojos!
El día
después de mi suicidio, sentiré cuánto me amaba mi familia, sin importar lo
duro que fuera y lo lejano que me mantuve en el último tiempo, mis hijos se
regañarán por no haber estado ahí cuando yo los necesité. Mis amigos, estarán
recordando lo mucho que me gustaba hacer mi vida a mi manera y cumplir mis
sueños sin importan cuanto costaran en dinero.
Mi hijo en
medio de tanta tristeza, me hablará con los ojos llenos de lágrimas como si yo
estuviese ahí y me dirá ¡lo orgulloso que estaba de mí y lo sensible que yo era
con los demás!
El día
después de mi suicidio, veré a mi hija que no sabrá si venir a mi funeral, ya
que vive en el extranjero y la había hecho jurar que no vendría a Chile por
esto, la veré llorar día tras día porque éramos “equipo” como decíamos, ahora
tendrá que seguir sola.
Miraré a mi
perro “Ramsy” que era más increíble de lo que podía haber imaginado. Cada vez
que alguien llegaba a casa, él corría hacia la puerta esperándome y, al ver que
no era yo, se acostaba frente a la puerta y seguía esperándome. Al abrir la
reja de inmediato veía sus orejitas aparecer en el ventanal esperando que
abriera la puerta para lanzarse a mis brazos y darme besitos…pienso que esos
momentos de saltar juntos, eran los más bellos de toda mi existencia…mi amigo
Ramsy.
El día después de mi suicidio, me encantaré por mis familiares cuando los vea sentados en la iglesia al lado de mi féretro con los ojos llenos de lágrimas, recordaron los tiempos en que jugamos a ser unidos…todos se harán un tiempo, pedirán días de permiso en los trabajos, pero llegarán…cosa que nunca hicieron mientras yo estaba vivo y suplicaba por verlos... ¡Qué buen momento será!
El día
después de mi suicidio, sentiré cuánto me amaba mi mejor amiga. ¡Ella estaba
mirando nuestras fotos juntas y recordando todos los momentos!, recién ahí me
daré cuenta lo bella que era y como me hubiese gustado ser algo más que sólo
amigos. Ella siempre estuvo y apoyó mis aciertos como mis fracasos. Ella tenía
los mismos sueños míos y pensaba que algún día viajaríamos por el mundo libres
de toda atadura.
El día
después de mi suicidio, sentiré que era importante para mis amigos y me culparé
de no haberlos visitado más o haber aceptado tantas invitaciones a reuniones y
fiestas que rechacé justificándome con mi poca sociabilidad.
Por la
noche, iré a la morgue a buscar mi cuerpo...me molestaré…me miraré y diré:
"Tantos sueños que tuve", "Tantos amores", "Tanta
gente por conocer", "Tenía gente que me quería y, sin embargo, lo
vomité todo", "Tenía que tener mucho coraje para quitarme la vida,
¿por qué no usaste ese coraje para ganarle a la vida y cumplir tantos sueños
truncados que no se harán realidad? "
Quizás
pediré otra oportunidad a Dios, me quedó tanto por hacer...
¡PUEDES LEER
ESTO! Todavía estás aquí y puedes cambiar tu vida para siempre.
No es tan malo
como parece. ¡Hay gente que te quiere, que te quiere cerca! Dale una
oportunidad más a la vida y a las personas que están a tu lado. Hay una cura
para el dolor, ábrete a alguien. Has superado tantas cosas, ¡prueba una más!”
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