miércoles, 8 de octubre de 2008

PALABRAS DEL ALMA N.24: "VAMPIROS: Una explicación científico-médica de su existencia"

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Desde siempre una de las figuras más temidas y a la vez más deseadas han sido los Vampiros, en este contexto hoy analizaré en forma científica la existencia real de estos fenómenos de la medicina.

La creencia en los vampiros se remonta a la antigüedad y estuvo muy extendida entre los eslavos cobrando gran relevancia con la aparición del Príncipe Vlad Tepes Dracul quien reinó en Valaquia (no en Transilvania como se conocen mundialmente) entre los años 1456 y 1474.

Famoso por las sangrientas campañas que emprendió contra los saxos y luego contra los turcos…pero este Tema sobre el Príncipe Vlad lo analizaré posteriormente.

Hoy me concentraré en explicar científicamente la existencia de los “Seres de la Noche” que a diferencia de lo que muchos piensan no son sólo una creación cinematográfica, ni menos producto de la sublime imaginación del irlandés Bram Stoker con su obra “Drácula”.


Existe un grupo de enfermedades llamadas “Porfirias” que son genéticamente transmitidas y cuyas causas es un mal funcionamiento de la secuencia enzimática del grupo HEM o Hemo de la hemoglobina, pigmento de la sangre que hace que esta sea roja. El grupo HEM es quien transporta el oxígeno de los pulmones al resto de las células del organismo.

Este grupo HEM es un complejo férrico (en estado ferroso) con “protoporfirina IX”, la secuencia enzimática necesaria para su síntesis se hereda de acuerdo a las Leyes de Medel y es autosómico-dominante, cualquier error en la herencia es lo que produce las enfermedades llamadas “Porfirias” y que analizaremos en este escrito de hoy.

Las “porfirias vampiras” son las más mortales y peligrosas, siendo la Eritropoyética Congénita la más conocida en la historia de la humanidad y sus síntomas son los siguientes:

1.-Fotosensitividad, se presenta en todas, siendo el resultado de la acumulación de porfirias libres de metal en la piel produciendo serias lesiones como el Hirsutismo, donde el organismo para protegerse de la luz hace que crezca pelo aún en lugares no habituales como el dorso de los dedos y las manos, en mejillas, nariz, es decir en los lugares más expuestos de nuestro cuerpo.

A causa de ellos el enfermo huye de la luz intensa, en especial del sol y si sale, lo hace sólo de Noche; la piel puede presentar también zonas de pigmentación o de despigmentación, los dientes suelen ser rojos haciendo que el aspecto del enfermo se aleje cada vez más del normal de un ser humano.

Cuando no reciben tratamiento los enfermos generan lesiones faciales causadas por la radiación solar que, por su naturaleza infectiva y reincidente, se vuelven mutilantes destruyendo así los labios (dejando dientes al descubierto mostrándolos como de un mayor tamaño al común), y los cartílagos después (dejando ligeramente a la vista las fosas nasales y en el caso de orejas haciéndolas puntiagudas y afiladas).

2.-Las porfirinas acumuladas en la piel pueden absorber luz de cualquier longitud de onda tanto en el espectro ultravioleta como en el visible…luego transferir su energía al oxígeno que proviene de la respiración. Este oxígeno normalmente no es toxico…todos sabemos su importancia para nuestras vidas, pero con el exceso de energía transferido por las porfirinas se libera el llamado “oxígeno atómico” altamente reactivo, produce destrucción de los tejidos, predominantemente los dístales, y los más expuestos como la punta de los dedos, la nariz, las encías…de hecho oxida esos tejidos en forma violenta con desprendimiento de flama y humo…


Es decir, literalmente quema partes del paciente cuando se expone a la luz , generando que sus manos parezcan “garras”, su cara peluda en su totalidad muestra una boca permanentemente abierta por la falta de labios…los dientes al descubierto, de apariencia más grande porque no existen encías, donde respira en forma jadeante y por donde fluye una secreción sanguíneo-purulenta…

3.- Son enfermedades hereditarias-genéticas no teniendo cura aún por la medicina. Algunos de los síntomas no pueden ser aliviados y el principal tratamiento para algunas porfirias en la actualidad es la inyección de concentrados de glóbulos rojos o soluciones de Grupo HEM o Hemo, además de hacerle usar al enfermo filtros solares de alto poder.

Hasta principios del siglo XX la inyección del pigmento HEM no era posible…aún ni había sido descubierta, no podemos suponer como, pero en algún momento, ya sea inducido por la desesperación o por indicación de algún curandero…sintieron la pulsión, la necesidad de beber grandes cantidades de SANGRE y se sintieron aliviados…cuando el pueblo se enteró de estas prácticas empezó a construir el mito de Los Vampiros.

La naturaleza genética de las profirias y algunas costumbres endogámicas entre grupos étnicos y otros factores medioambientales podrían haber desencadenado la enfermedad en personas genéticamente predispuestas…de ahí la idea de que quién fuese mordido por un vampiro se convertía en uno de ellos…sólo eran hijos de los primeros que heredaban la maldita enfermedad.



4.-Repulsión al Ajo, a nivel clínico el ajo es un inhibidor parcial de la cascada de la coagulación sanguínea ya que impide la agregación plaquetaria en un tejido lesionado. Por otra parte, el grupo HEMO que forma parte del citrocromo P-450, en ocasiones es destruido por un componente del ajo, el alquildisulfuro, de ahí el hecho de que el ajo o su simple olor, agravase el estado o la sintomatología de estos enfermos, retardando de forma más perceptible la mejoría de las lesiones infectadas.



5.-Palidez de la Piel, el tono de los vampiros es de un blanco casi espectral y, una explicación es a la anemia por déficit de hemoglobina consecuencia de la misma enfermedad, al no sintetizarse suficientes glóbulos rojos y de la calidad adecuada, uno de los signos es la palidez cutánea.



6.-Presencia de sangre en la dentadura, las porfirinas pueden provocar orinas y salivación con sangre (eritrodoncia) y, por consecuencia las personas llevadas por la superstición confundían esos dientes con la ingesta de sangre.


7.-Sin reflejo en el espejo, además de las porfirias, existe también una enfermedad que podría haber alimentado el mito de los vampiros: La Rabia…en ella podría encontrarse una aversión al ajo y a la luz por la hipersensibilidad. Si unimos a esto el hecho de que la Rabia puede provocar un aumento de la agresividad e hiperactividad…que aumentaba con la llegada de la oscuridad y el silencio. Precisamente en la cultura popular de hace siglos se encontraba el dicho de que un hombre sin rabia podía mirarse en su propio reflejo…pero quien padecía la enfermedad no presentaba imagen en el vidrio.













Nota:

Haciendo una investigación sobre como ha afectado a personajes de la historia la enfermedad, me encontré sobrecogido al descubrir que nuestra gran escritora Isabel Allende sufrió en su hija tal calamidad, y en el libro “Paula” que es conmovedor e íntimo relata su terrible dolor del trance traumático en el año 1991 donde su hija Paula enferma de porfiria muere a los 28 años frente a ella en su casa de California, la joven yace por meses sumida en un larguísimo coma que finalmente resulta mortal.


Así como Paula, el Rey Jorge III, Van Gogh…si nos alejamos en los siglos encontraremos al personaje que inició el mito, pero con una fuerte corriente de crueldad y ferocidad….como es el Príncipe Vlad Tepes Dracul, con quien empezamos este escrito y a partir de ahora analizaremos a esa especie de seres de la noche en una perspectiva más oscura y extraña…mi próxima entrada: Los Vampiros…seres de la noche y amos de la oscuridad…..
Adiós a todos y lean para que siempre posean una visión inteligente de los sucesos que nos rodean…algunos claros, limpios y puros…otros oscuros, siniestros y malignos…