martes, 28 de junio de 2011

PALABRAS DEL ALMA N.55: “EL CUMPLEAÑOS CUATRO DE MI HIJITO TAN LEJANO DE MIS BRAZOS Y BESOS”

.
Hoy ya hace cuatro años naciste tú hijo mío, como un mendigo en una casa de acogida, teniéndome a mi para darte todo lo que necesitaras, naciste junto a tu madre y a tu padrastro, a pesar que durante todo el embarazo de tu mamá estuve a tu lado…no sé a lo mejor yo no me merecía nada y menos a un hijo que engendré con tanto amor. Atrás quedaron los saltos y risas de tu madre y yo cuando descubrimos que tú venías en camino…atrás las promesas de acogerte y criarte ambos…atrás mis deseos de llevarte por el mundo enseñándote cada cosa…pero ya no es tiempo de reprochar, el tiempo calmó mi rabia y el amor que representaste en mi existencia borró de mi el rencor, la desesperación y dejó solo la tristeza que ya lleva conmigo cuatro años que son los que cumples hoy. Te cuento que tus hermanos jamás te han olvidado, sus piezas tienen imágenes tuyas ya viejas en las paredes de cuando eras sólo un bebé, pero miras desde ese lugar nuestra vida de familia “truncada”. El paso del tiempo ha dejado una herida que se abre cada 29 de Junio, cada Navidad, cada Año Nuevo, cada cumpleaños que celebramos solo los tres, cuando al mirarnos sabemos que nos faltas tú, podrán pasar cuatro años más, quizás diez, quizás yo muera por mi edad, pero tú seguirás ahí en la pared de nuestras almas. Te quedarás como estancado en el tiempo, como aquellos hijos que mueren sin avisar y sus padres dejan sus habitaciones tal como quedaron al momento que ellos salieron por última vez de ahí, los años sólo atacan a los que quedaron, a la casa y al jardín, pero la habitación sigue eternamente intacta y joven…así te quedaste tú hijito mío en nuestras vidas…la de tu hermano que tanto te ama…la de tu hermanita que en más de una ocasión la he encontrado al entrar en su habitación sin avisar acariciando una foto tuya, sentándome a su lado y derramando lágrimas que nos permitan seguir pensando que tú eres muy feliz y creces como un campeón allá muy lejos de nosotros.

Hoy es 29 de junio y sé que un año más pasará sin verte, pero también tengo claro que un día nuestro Padre mirará hacia abajo y hará el milagro de cambiar todo.


Eres mi hijo ausente porque creo que nunca te has ido, porque en mi corazón vives día a día, porque creo estas en cada cosa que hago y digo…ausente porque jamás voy aceptar que no vas a estar, porque tu sonrisa quedo sellada a fuego en nuestra memoria, porque tu lugar en nuestras vidas jamás nadie lo va ocupar, porque el inmenso amor de padre jamás lo limitara ni la tierra ni el cielo ni la maldad del ser humano.
Te digo hijo ausente, porque creo que te voy a volver a encontrar quizás en un sueño…tal vez en el cielo o donde el Padre Dios lleve mi gran amor por ti, querido hijo hoy y siempre te recuerdo como lo que eras, como lo que sigues siendo, como el maravilloso hijo que siempre esperé, espero que seas muy feliz, puedas crecer sanito y quizás también solo estés esperando el momento de encontrarnos, pasará el tiempo mucho o poco no importa el que falte va llegar y correré donde estés!!!


Aquí va un te quiero, un abrazo, aquí va un besito hijo…te estoy esperando y te amo con todo mi corazón.

Ya son varios los años que no estás con nosotros físicamente, pero los que mucho te queremos, sentimos tu presencia espiritual al lado nuestro. Nunca podré olvidar esta fecha, tanto por lo mucho que significas para mí y tus hermanos, si no también porque hoy a pesar de estar mucho más viejo te siento cada noche, cada amanecer y cada día que salgo a trabajar junto a mí. Juntos y junto a muchas personas que te quisimos o te conocimos, soñamos con volverte a ver sonreír, con tus travesuras y abrazarte fuerte. Ruego a Dios, y a nuestra Inmaculada Madre Celestial en el día de hoy, que un día no importa cuando ni que tanto deba esperar podamos encontrarnos todos juntos allá en el Cielo y por fin sentirte junto a mi.